sábado, 7 de septiembre de 2013

Recomendación de serie: Orange Is the New Black






Netflix lo ha vuelto a hacer. Primero fue House of Cards, luego la fallida pero arriesgada Hemlock Grove y más tarde la resurrección de Arrested Development con ese loquísimo juego de encajes que fue su cuarta temporada. El servicio de streaming vuelve a reafirmar sus posibilidades de desbancar a la televisión tradicional con Orange is The New Black, dramedia carcelaria ideada y producida por Jenji Kohan, la creadora de Weeds.

Basada en las experiencias reales que Piper Kerman cuenta en su libro homónimo sobre el año que pasó en prisión, nos lleva hasta su alter ego Piper Chapman, una mujer que acaba de ser acusada de pertenecer a una red de narcotráfico junto a su antigua amante lesbiana, por lo que decide ingresar voluntariamente en prisión antes de que se celebre el juicio. A su novio Larry no se le ocurre otra cosa que pedirle matrimonio en ese momento, prometiendo que celebrarán su boda en cuanto cumpla condena, catorce meses después.

Como parece obvio, esta relación a distancia se irá enfriando conforme empiecen a darse cuenta de lo divergentes que se van a tornar las vidas de estos dos enamorados. Para echar más leña al fuego, la protagonista tendrá que encontrarse de nuevo entre rejas con su amante Alex Vause, personaje interpretado por la sensual Donna de That's 70 Show, Laura Prepon, para la que se reservan los mejores momentos. Sí, hay escenas de ducha y sexo lésbico penitenciario, pero el foco de la acción no está solo encima de estas dos mujeres, sino que cuenta con un reparto coral de lujo.
             
Estuve a punto de poner solo esta foto y no hacer más texto
La serie nos lleva a conocer a una (demasiado) amplia variedad de reclusas que conviven en la misma prisión. Mediante flashbacks podemos conocer detalles de su interior, quienes eran en realidad antes de entrar allí y como se convirtieron en lo que son ahora. Hablamos casi siempre de personas normales que tomaron malas decisiones o se vieron involucradas en delitos menores por los que recibirán un injusto castigo que no ayudará a que se reformen, sino todo lo contrario.

Todas estas historias están narradas con una óptica ligera y colorista, con mucho espacio para ese humor que se genera desde la situación sin necesidad de recurrir al uso de gags. Su mayor acierto es lo equilibrado que está el tono, capaz de mezclar drama y comedia con bastante naturalidad. Como defecto debemos señalar el exceso de secundarios y la duración de cada entrega, que a veces sobrepasa los 50 minutos. No puedo evitar pensar que con media hora por episodio el resultado sería mucho más redondo y satisfactorio.     

No hay comentarios:

Publicar un comentario